¿Llegó la hora de replantear la enseñanza de las matemáticas?

Por Arnoby Betancourt

El italiano Bruno D’amore, durante el XXI Congreso Colombiano de Matemáticas, Celebrado en la Universidad Nacional de Bogotá, Colombia la semana pasada.

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Dallas, Texas. El matemático italiano Bruno D’amore participó en el marco del Congreso Colombiano de Matemáticas y habló sobre la importancia que tiene la enseñanza de las matemáticas en la escuela: “Más que dar una respuesta sobre la utilidad de determinado conocimiento matemático, los profesores deben preocuparse porque los estudiantes realmente entiendan lo que ellos explican y apoyarse en otros campos del conocimiento para llegar a ese fin. Por eso, para el matemático italiano es importante ponerle atención a la ‘didáctica matemática’.

“Esta es una nueva disciplina que se dedica a identificar y resolver problemas relacionados con la enseñanza y aprendizaje de las matemáticas. Formula y trabaja en nuevas teorías y métodos de educación apoyándose en otras disciplinas como la psicología, antropología, entre otras. Los campos de investigación de la didáctica matemática pueden ser muy variables, desde: ¿Cuáles son las características y errores en textos de matemáticas?, la tecnología como herramienta de educación hasta el desarrollo de un pensamiento matemático en los estudiantes”, expuso el escritor y matemático D’amore.
Particularmente esta rama de la matemática se preocupa por mejorar el aprendizaje de los alumnos. Para D’amore, es increíble que muchas personas lleguen a la adultez sin comprender realmente qué es el área o el perímetro y esto se da porque realmente no hay un verdadero entendimiento de los temas.
“Creo que hay que hacer un esfuerzo para que las personas aprendan matemáticas según sus capacidades cognitivas, hay que hacer un esfuerzo por cambiar a menudo las metodologías de enseñanza. Si con una forma aprenden 10 estudiantes, con otra puedes hacer que aprendan 5 y así lograr que una mayor cantidad de personas entiendan” explicó D’amore.
También Jo Boaler, una educadora comprometida en reformar la enseñanza de las matemáticas, en uno de sus exitosos libros “Consejos para padres” escribió: ¿Recuerda cómo sus hijos estaban de interesados en las matemáticas cuando eran pequeños? ¿Recuerda cómo les fascinaban los patrones en la naturaleza? Antes de asistir a la escuela, los niños frecuentemente perciben las matemáticas con curiosidad, pero después, muchos comienzan a pensar que las matemáticas son confusas y miedosas.
Creen que no son capaces de tener éxito en las matemáticas. Esto ocurre porque la educación matemática en muchas escuelas pone un gran énfasis en los procedimientos, la memorización y el acto de decidir cuáles estudiantes si pueden y cuáles no pueden. Desafortunadamente, las matemáticas se han convertido en una materia de ejecución, en que los resultados parecen tener más importancia que el proceso y el aprendizaje”.
Jo Boaler, la profesora de matemática de la Universidad de Stanford, sostiene que la actual enseñanza de las matemáticas tiene mucho de procedimientos y cálculos, pero muy poco de entendimiento. Por ello, la investigadora tiene en la mira a dos de los grandes culpables de nuestros problemas actuales (y de nuestros tormentos pasados): los exámenes y las tareas.
“Los exámenes son muy malos para los estudiantes. Me hacían pensar que las matemáticas sólo tenían que ver con el rendimiento en lugar del aprendizaje”, afirmó la autora del exitoso libro “El elefante en el aula: ayudando a los niños a aprender y amar a las matemáticas”.
“La tarea tiene el mismo problema. Me recuerda a llegar a casa pensando que iba a pasar muchas horas cumpliendo con los ejercicios”, añade Boaler. Seguramente muchos de nosotros conocemos profesores que considerarían descabellado calificar a los exámenes y las tareas como un obstáculo en el aprendizaje de las matemáticas. Pero muchas investigaciones determinaron que la memoria de trabajo tiende a cerrarse cuando estamos estresados.
Y las pruebas de matemáticas cronometradas estresan mucho, no sólo a los niños. Aquí surge otro enemigo: el reloj. “Tenemos que alejar la velocidad de las matemáticas. Decirle a los estudiantes que se trata de un proceso creativo que toma su tiempo. La velocidad es dañina para los estudiantes”, concluye Boaler.
Para nadie es un secreto que a los niños la matemática les resulta aburrida y difícil de aprender. Y luego de varios años de estudios, en donde los niños y jóvenes memorizan los casos de factorización, resuelven ecuaciones y las diagraman, siempre queda la pregunta: ¿sirve ese conocimiento para la vida cotidiana?
El profesor Bruno D’amore, formado en la Universidad de Bolonia, asegura que el éxito de la enseñanza de las matemática radica más en innovar en la metodologías que en el cambio currículos. Para él lo planes curriculares son cosas netamente ministeriales, legislativas y burocráticas que poco ayudan. En otras palabras los colegios deberían preocuparse por innovar, probar nuevos métodos y formular nuevos proyectos.
Por todo lo anterior D’amore considera que el dilema de la utilidad del conocimiento en la cotidianidad es falso y que el profesor no debería desgastarse en demostrarle al alumno si los algoritmos o las ecuaciones le servirán más allá de la escuela. Más bien debería concentrar sus esfuerzos en idear o seguir métodos que hagan comprender mejor la matemática.
arnoby@elhispanonews.com

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