Por: Reynaldo Mena
MEXICO.- En cierto punto, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, siempre fue una persona que mostró mucha sensibilidad en diversos actos públicos.
Entre pifias, palabras y menciones incorrectas, Peña Nieto siempre se puso en los reflectores para que sus críticos dispusieran de esos momentos a su antojo.
La exposición de su sexto informe de gobierno no fue la excepción.
Con una emoción inocultable en la voz y en el rostro –sus hijas, presentes en el acto, lloraron durante el mismo- el presidente Enrique Peña Nieto, como rubrica de su mandato, aseguró desde Palacio Nacional que deja un país con resultados tangibles y mejor del que recibió hace seis años. Asumió haber tomado decisiones difíciles y tener conciencia de que el cambio impulsado “afectó añejos privilegios”.
Estuvimos dispuestos a asumir ese costo y asimilar el desgaste que es consecuencia de emprender profundas transformaciones, subrayó.
También, defendió la reforma educativa y los mecanismos de promoción docente, porque ahí el clientelismo había sustituido al mérito. Hoy, afirmó, los cambios en la enseñanza ya muestran mejoras significativas en 11 entidades.
Indicó que dejará concluidos 97 por ciento de los compromisos que firmó ante notario cuando fue candidato presidencial. Aseguró haber trabajado para desterrar la corrupción, y con el nuevo marco legal quienes incurran en estas prácticas merecen todo el rigor de la propia ley, y así ha actuado el Estado mexicano, sin distinción.
Lo que no mencionó, fue que su sexenio pasará a la historia como uno de los más violentos con 114 mil 436 homicidios contabilizados de diciembre de 2012 a julio de 2018; 1986 agresiones contra medios y periodistas (41 asesinatos) de diciembre 2012 a febrero 2018; con una enorme fortuna gastada en su administración, 18 mil 520 millones de pesos (en sus primeros cinco años) y dejando una deuda pública de 10 billones 578 mil millones de pesos.
Estas cifras inclinan a que una gran mayoría de la población repruebe su mandato y hasta estos momentos 7 de cada 10 mexicanos desapruebe su administración.
Después de la presentación del informe, el rector de la UNAM, Enrique Graue, sólo expresó que tras los seis años de la presente administración el tema más grave es “seguridad indudablemente”, dijo a medios nacionales.
Mientras que la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, dijo que deberá analizar a detalles todos los temas vertidos en el informe. “Cuando se presenta un informe se presenta todo lo que se avanzó y lo que se hizo, cuando uno hace un análisis cuantitativo debe establecer cuánto debió haber sido el avance y lo que quedó pendiente. Creo que esto va a ser parte de la glosa del informe para que se pueda evaluar con número duros. Hacer evaluaciones superficiales es muy irresponsable”, agregó a la prensa.
Por separado, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, consideró que el de Peña Nieto es “un sexenio con mucho asegunes, con cosas positivas y creo que qué hay cosas importantes para el norte del país como la reforma energética, en el norte nos fue muy bien con ese tema, lo que no estoy muy de acuerdo es que nunca se atrevió a (cambiar) la coordinación fiscal, nunca se atrevió a modificarla porque a los estados que más trabajamos nos va más mal”.
Por el contrario, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, consideraró que “es un balance positivo, hay mucho pendientes que el mismo presidente señaló, pero en general el balance es positivo”.
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