“Sin cambio, el progreso es imposible; Y los que no son capaces de cambiar de mentalidad No son capaces de cambiar nada”. George Bernard Shaw
No hay afirmación más acertada que esta que acabas de leer. Resulta realmente frustrante ver como existen tantas personas que se resisten al cambio. Todo ser humano debe contar con la capacidad de darse cuenta que la única forma de progresar y mejorar en la vida es mediante el Cambio.
Muchos se empeñan en resistirse y en seguir hundidos en depresiones, estrés, preocupación y en un continuo circulo vicioso de quejas y malestares por su economía, por su salud y por sus relaciones.
Prefieren vivir con problemas económicos, de salud y de relaciones, en vez de decidirse a tomar las riendas de su vida y comenzar a transitar por el camino del éxito y la superación personal.
Debemos ‘remodelar’ nuestros pensamientos y comportamientos para poder estar al alcance de las metas personales, familiares y profesionales. De esta forma, podremos producir cambios positivos a corto plazo. Así nos hagamos los fuertes y pretendamos ser lo más perspicaces del mundo, con relativa frecuencia solemos bloquearnos en el cumplimiento de nuestras metas.
A veces no somos capaces de alcanzar lo que nos proponemos, pese a que hacemos todo el esfuerzo posible. No obstante la constancia, de pronto descubrimos que cometemos errores ‘tontos’ que son, en últimas, los que no nos hacen concretar los anhelados sueños. Esta forma de ser es producto de los miedos, de las culpas y de ciertas emociones que no hemos aprendido a asimilar.
Cuando no obtenemos lo que deseamos, generalmente pensamos que “no tenemos suerte” o que “somos víctimas de las circunstancias”. En otras ocasiones, simplemente no entendemos qué es lo que nos sucedió. La verdad es que hacemos inconscientemente cosas que nos impiden lograr lo que deseamos.
Estamos en mora de cambiar nuestra ‘programación personal’. De soltar esa cantidad de ‘taras’ que vamos cultivando a través del tiempo y que, al final, son las que nos limitan. En ese orden de ideas, debemos aprender a comunicarnos con nosotros mismos. Y por eso, es fundamental tener mucho cuidado con lo que hablamos y con lo que pensamos.
Para nadie es un secreto que las palabras son anclas que despiertan en cada persona estados emocionales precisos. De entrada hay que eliminar esas ‘voces’ que escuchamos en nuestras mentes cuando nos enfrentamos a un reto y que nos repiten, una y otra vez, que “no somos capaces”.
Esos ruidos internos nos impiden realizar nuestras tareas, simplemente porque al escucharlos en nuestro subconsciente nos bloqueamos. Hay que neutralizar estas frases y cambiarlas por expresiones esperanzadoras. Es como tener la capacidad de visualizarnos teniendo éxito en la vida, utilizando todas las herramientas que necesitamos para alcanzar el éxito y anclándolas a nuestro pensamiento y al corazón. Hay que aumentar la creatividad y potencializar las energías positivas, de tal forma que podamos superar la timidez, los miedos, los complejos y las situaciones adversas. Es preciso explorar nuestros pensamientos, hábitos, actitudes, emociones y sobre todo nuestros miedos, para entender cómo pueden estar influyendo en nuestras conductas. También hay que revisar nuestra autoestima y ver si ésta puede ser la causa de nuestro errado comportamiento. Todo llega en su momento. Muchas cosas llegan porque las llamamos.
Estos son días para pensar lo que viene, lo que queremos que llegue. Por ello, todas las culturas tienen sus fiestas de final de año, casi siempre bañadas en luz, honrando la claridad de la visión.
«Los encuentros con Dios son imanes para la felicidad y la prosperidad»
arnoby@elhispanonews.com
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