La escasa participación de Mexicanos convocados a la marcha #Vibra México, no es una traición a los connacionales que viven en el Exterior, sino por el contrario, una respuesta inequívoca del Pueblo Mexicano a no dejarse manipular por movilizaciones que no trascienden mas allá de las protestas.
La defensa de los mexicanos en el exterior, es cosa seria; que no se va a resolver tomando las calles, exigiendo al Gobierno de Estados Unidos, lo que México ha dejado de hacer para retener, contener y corregir las causas que han provocado la migración ilegal a Estados Unidos.
Nuestros compatriotas, sufrieron el hecho de verse obligados por necesidad a migrar a Estados Unidos para sobrevivir. Conocieron la pobreza en México; y ahora se niegan a regresar al país que los expulso porque temen algo que no conocieron en sus tierras, que es la violencia. Se fueron en contra de su voluntad y hoy son amenazados de ser deportados en contra de su voluntad.
México No Vibro por falta de solidaridad a nuestros migrantes; por el contrario, no se presto a la simulación. Son propuestas y no protestas, la única manera para dialogar con el país vecino. La ecuación de que México laboralmente pone la mano de obra barata en detrimento de la dignidad de su población, y en beneficio de algunos empresarios que se beneficiaron de esta modalidad de esclavitud actual.
Los mexicanos no se dejaron engañar, por eso la marcha anti-Trump; se dividió en la marcha Anti-Peña. Es falsa la unidad en torno a una protesta. La unidad se da en torno a una idea; a una estrategia de solución de cómo resolver el desafío que como nación se nos presenta.
A esta hora lo que se requiere son cambios institucionales y no la politiquería de una marcha. Quedo claro por el escaso aforo a la marcha que para lograr la unidad de los mexicanos se requiere mucho más que un simple llamado. El mensaje que se tiene que enviar es exigir a la clase dirigente; política, que dialogue con la nación para que exista una agenda unificada en torno a los requerimientos que requiere el país.
Las marchas de este tipo en México, difícilmente podrán ser evitadas de ser señaladas de tener un tinte político; progubernamentales o antigubernamentales y dañar el fin que se busca; tal como sucedió en la marcha #México Vibra, en donde otra marcha para defender al Presidente Peña Nieto se convoco, a la misma hora y en el mismo lugar por Miranda de Wallace, Presidenta de Alto al Secuestro, demostró al mundo que en México no priva la unidad sino la discordia.
La iniciativa de #Vibra México es positiva y genuino gesto democrático que la ciudadanía se exprese para desembocar en apoyo concreto a nuestros connacionales, sin intervención de agentes políticos que lucren electoralmente con demandas ciudadanas.
Mientras los convocantes piden apoyo de asistencia legal para connacionales, tres días antes la cancillería envía un boletín de prensa donde “lamenta” el caso de la guanajuatense Guadalupe García de Rayos, que asistió a un tribunal de Phoenix que se le seguía en libertad ante la corte y quien el debido proceso fue deportada a México, y por el cual el Gobierno Mexicano, informo a través de la Cancillería que este caso “ilustra la nueva realidad que vive la comunidad mexicana”. Nada dijo la cancillería que revisaría junto con los abogados el caso de Guadalupe. Marchas así, mejor no.
editorteja@yahoo.com
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