Obamacare ¿Cuáles son los cambios que tendrá?

Por Arnoby Betancourt

Varios senadores de la mayoría republicana anunciaran su oposición.

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Dallas, Texas. Todo gobierno, para mantener una eficiente administración, debe contar con individuos íntegros, y es por eso que la ética cobra importancia al seleccionar los perfiles, formar y reiterar a los servidores públicos la necesidad de hacer bien sus tareas y actuar con responsabilidad. Por el sólo hecho de llevar a cabo una acción con responsabilidad y hacerla bien ya se está cumpliendo con los preceptos éticos. Sin embargo, esta premisa, por sencilla que parezca, es difícil de alcanzar por muchos de los que participan en el ámbito público.

Estos preceptos tan inherentes al servicio público, parecen esfumarse en la concepción de la nueva política que impera en la Casa Blanca y sus aliados en el Congreso. Un sector preponderante republicano, que se identifica con las torpezas derivadas del desconocimiento del modus operandi de la vida pública y la carencia de principios ético-morales del gobernante estadounidense, pretendió abolir la ley de salud conocida como Obamacare, sin importar que eso significara dejar a los estadounidenses sin un sistema de salud. Dicha acción, llena de irresponsabilidad social, no prospero por falta de apoyo.

Para los republicanos no importa mucho que el Obamacare extendió la cobertura de salud a 20 millones de personas. Según ellos, agranda la burocracia federal, implica gastos desproporcionados y limita las libertades al exigirle que quienes tienen ingresos altos subvencionen el servicio de salud de los más necesitados.
La Academia Estadounidense de Pediatría, con 66.000 médicos pediatras, fue de las tantas organizaciones que alzaron su voz. Según dijeron sus voceros, “en este momento el 95% de los niños en Estados Unidos tienen una forma de seguro de salud, la mejor cobertura que ha tenido este grupo”. Ilan Shapiro, un pediatra de california que ha estado cabildeando en Washington, dijo que pocas veces había visto, que medio millón de doctores se juntaran con las seis asociaciones médicas más grandes de los Estados Unidos, y fueron al Senado Estadounidense a explicarles a los congresistas que la parte importante de la cobertura médica para los niños, que son el futuro del país, debía que tenerse en cuenta.
La irresponsabilidad del Presidente Trump con el sistema de salud de EE.UU. no tiene límites. Donald Trump ha soltado otra idea: “Es momento de dejar que el Obamacare fracase”; pero esto le podría salir sumamente costoso, no solamente en el campo político sino también en el campo administrativo, pues como gobernante él tiene el deber de cumplir como administrador público y no lo que propone como destino de nación: La lógica de los negocios para sus allegados.
Los demócratas proponen arreglar la ley sin reemplazarla, ya que si se eliminare el Obamacare, dejaría a 32 millones de personas sin cobertura de salud. En una sorpresiva serie de sucesos políticos, algunos senadores republicanos le dieron la espalda al líder republicano Mitch McConnell y al Presidente Trump por tercera ocasión consecutiva, negándoles sus votos para que prosiguieran con su plan de repeler por completo el Obamacare. El presidente mostró que no domina a su base aliada.
Esta vez, fueron tres republicanas las que asestaron el golpe mortal: Susan Collins de Maine, Lisa Murkowski de Alaska y Shelley Moore Capito de Virginia Occidental. Las tres habían sido excluidas del grupo inicial de McConnell para trabajar en la ley de salud, compuesto sólo por varones. Las derrotas sucesivas dejan en claro que, a pesar de siete años de promesas para derogar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible del expresidente Barack Obama, aparentemente los republicanos no pueden cumplirlas.
Las actuaciones de los gobernantes, y de la clase política, tienen en todas partes efectos profundos, mucho más de lo que sus protagonistas imaginan, en el comportamiento ciudadano y en el clima de la vida de cada nación. Está por verse las consecuencias de los actos de un presidente que quiere gobernar en familia y con sus socios de negocios, eso sí, denotando de inmediato un alejamiento completo a los famosos principios de los Padres Fundadores de los Estados Unidos.
arnoby@elhispanonews.com

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