De adicto a ADICTO
Por Ernesto Salayandía García
Se suponía que el matrimonio era la base de la sociedad, la familia su pilar y que era el seno de los valores, las buenas costumbres y kilos códigos de ética, pero por desgracia la desintegración es irreversible, se desmorona la familia y no sabemos o no queremos luchar por ella, en muchos sentidos, no nos hemos dados de la importancia a las enfermedades mentales y emocionales, que son el detonador de esta decadencia, hay tanta soberbia e ignorancia, que por ejemplo, un borracho, que de hecho es un drogadicto, no quiere aceptar el grave daño que le causa a sus hijos, no ve, las consecuencias que ha destruido a su matrimonio debido a su condición de adicto, condición compulsiva de beber, mañana, tarde y noche, justificando su manera tan irresponsable e inmadura forma de vivir y muchas mujeres se quedan ahí, como buenas dependientes, estableciendo falsas expectativas, creyéndose rescatadoras, pensando que algún día, el borracho va a cambiar y a la largo, la familia toca todo tipo de fondos, fondos y daños irreversibles, serio hay un daño, peor, que es el daño emocional que se les hace a los hijos, sin darse cuenta, que, esta contaminación toxica, ambiental y genética, ha marcado de por vida, la personalidad de los hijos de un borracho, quienes, en una mayoría de los casos, son candidatos a fracasar en la vida, a fracasar como parejas y como padres, son nacidos para perder, mediocres con autoestima nula o baja, por supuesto, acomplejados, miedosos, fármaco dependientes, hipocóndriacos, seres humanos, sin luz, ni motivación, abandonados por sí mismos y el borracho y su esposa neuróticas, jamás habrán de comprender los estragos amargos que genera esta perra enfermedad, maldita enfermedad perversa del alma, La Saliva del Diablo, la sociedad se desmorona, la caída es irreversible, perdimos la esencia de la vida, estamos secuestrados por una actitud de soberbia, carentes de humildad para reconocer el daño que nos hacemos unos a otros, vecinos que odian, compañeros de trabajo que dan el abrazo de judas, personas chismosas que levantan falsos y gente mediocre que cree en los descalificativos que escucha de alguien, somos, una sociedad refugiada en las dependencias y conductas toxicas.
Perfil de un adicto
Es un tipo inmaduro, aunque tenga 60 años o 9, el adicto es un completo inmaduro, sin sentido de responsabilidad, sin sentido común, ni amor propio, es inestable emocionalmente, según el clima, es su sentido del humor, es bipolar, agresivo, explosivo, neurótico, malas vibras, serio, tipo de máscaras, ocupa o maquilla su real sentir, no cierra círculos, a las primeras de cambio, claudica, un marihuano, Por ejemplo, una de las primeras manifestaciones de cambio, es abandonar la escuela, lo mismo sucede con sus relaciones de pareja, es una cascada de cambios y no hay quien los aguijante, ni ellos mismos se aguantan, crecen con demasiada ansiedad, lo que les produce pensamientos tóxicos, patológicos, psicóticos, muchos de ellos, en contra de sí mismo, pensando mal, que alguien los v a dañar, ahora, la sobredosis de cristal, los convierte en asesinos, adictos drogados han matado , sus madres y hermanos, como el borracho o el narcodependiente, se torna violento, muy agresivo en contra de la gente que lo rodea, otras características de un adicto, es la pereza, duerme demasiado, pierde el sentido de la realidad de la vida, se abandona en todos los sentidos y quiere que medio mundo le hagan sus cosas, son seres nobles, por las buenas, son mil, capaces de quitarse la camisa o darte el taco que se están comiendo, son generosos, buena onda, pero por las malas, son nefastos, lengua de achá, capaces de hacer trizas con la lengua a cualquiera, como si la lengua fuera en filoso bisturí, ofrecen resistencia al cambio, tienen un cumulo de defectos de carácter, patrones de conducta que los hace mediocres, no tienen ganso ni ofrecen esperanzas de cambio, dependen de la sustancia para vivir y como que le encanta vivir en el hoyo de las porquerías, son infieles, doble cara, muchos de ellos, tienen mamitis, es decir, dependen de la madre, a pesar de ser rucos de la tercera edad mala o pésima comunicación, no saben dialogar, explotan a las primeras de cambios, son malos amigos, traicioneros, e hipócritas, falsos, no son de confiar, muchos, son capaces de vender a su propia madre a cambio de sustancias, no les importa robarle a nadie, son muchos de ellos, los que le muerden la mano a quien les da de comer, un adicto, difícilmente se recupera, no basta con tapar la botella, son las actitudes y los hechos, que hablan de una buena o una mala recuperación.- Los hijos y los maridos, por sus hechos son queridos.-
Lo que un borracho, no quiere ver
Un niño es el claro reflejo del buen o el mal ejemplo que recibió de sus padres, sus conductas irreverentes, rebeldes toxicas, sus deshonestidades, el hacer trampa o el no respetar a los demás, son tan solo algunos indicadores de que va por mal camino, igual, cuando no se le ponen límites, cuando se le permite todo y ante cualquier berrinche, logra que se le complazca en lo que quiere, hay niños educados, caime mal que carecen de la autoridad y hacen lo que se les viene en gana, pero estos niños, a los 8 años, comienzan a fumar cigarro, a beber cerveza, comienzan con los inhalantes y con la marihuana, su diario vivir es la vagancia , con estas drogas de consumo frecuenten, despiertan un nivel de ansiedad que no pueden llenar, usan clonacepan para balancear los efectos de la marihuana, de ahí brincan al cristal, que es una droga más potente y placentera, practicante, cavan su propia tumba de muerte y las madres de este niños drogadictos, de estos menores infractores, me preguntan- ¿Ernesto, porque mi hijo se hizo drogadicto? Y la respuesta es muy simple.- Esta.- les digo, es una enfermedad emocional, mental, física y espiritual, es genética, nosotros la trasmitimos de una generación a otra, está en la sangre y esta explosión, no es por los videojuegos, ni por las malas amistades, no se contagia viendo la televisión o estando prendido de la computadora, esta enfermedad es toxica y un adicto se contamina en su hogar, cuando se manifiesta la guerra entre el machismo y el hembrismo, la violencia doméstica. las prolongadas discusiones por todo y por nada entere los padres, se crece, sin orden, ni valorización, mucho menos respeto, se comunican con groserías, con agresiones verbales, usan un vocabulario vulgar, neurótico, muchas madres, creen que a gritos, sombrerazos y golpes es la mejor manera de sacar adelante a los hijos, que crecen con miedos, llenos de traumas y complejo, es ahí, donde estás la enfermedad, donde nace y se hace un adicto, un delincuente, una niña madre, es ahí, en estos hogares disfuncionales donde nacen los nacidos para perder y los padres no lo entienden hasta que sus hijos comienzan a tocar fondos y a repetir los mismos patrones de conducta que sus padres y esta fábrica de adictos, nunca deja de producir y ahora estamos asustados ante el alto riesgo que representa el cristal, los adictos están asesinado a las personas con las que viven, pierden el sano juicio, se vuelven locos y el año a su cuerpo es irreversible. 614 256 85 20
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