En Estados Unidos la educación y el sistema educativo del país están fraguados de paradojas, según el informe más reciente del Centro para el Progreso Norteamericano (CAP), “Un Vistazo a la Crisis de la Educación: Pruebas, Estándares, y el Futuro de la Educación Americana”. El documento revela que los estados y los distritos escolares que han implementado reformas y estándares académicos más altos en sus sistemas tienen consecuencias positivas en el éxito de sus alumnos.
La base del informe son dos evaluaciones nacionales, el National Assessment of Educational Progress (NAEP, por sus siglas en inglés) y el Trial Urban District Assessment (TUDA, por sus siglas en inglés) que hacen estimaciones del número absoluto de estudiantes que tuvieron puntuación “competente” o superior por cada grupo bajo análisis.
El informe señala que los estudiantes hispanos continúan rezagados en el ámbito académico. Ha habido avances sin lugar a duda, pero no son uniformes. En Atlanta, Georgia, en la prueba de NAEP, alrededor de 60 estudiantes hispanos de cuarto grado sacaron puntuación “competente” o superior en lectura. Sólo cerca de 123,000 estudiantes de octavo grado, es decir, un raquítico tres por ciento, tuvieron puntuaciones de nivel avanzado en lectura en los exámenes de NAEP y sólo 21% de los estudiantes de bajos recursos que cursan el cuarto grado lograron puntuaciones de competencia en el examen de lectura de 2015 en comparación al 52% de alumnos que no son pobres. Los niños hispanos continúan siendo los que menos educación preescolar reciben en Estados Unidos pese a que el financiamiento público comenzó a recuperarse tras la recesión del 2008.
Lastimosamente y a pesar de que en el ámbito nacional han aumentado el financiamiento público y la inscripción, la mayoría de los niños hispanos que residen en California, Florida y Texas reciben educación preescolar de menor calidad. En Texas, donde 49% de los niños son hispanos, la tasa de inscripción alcanza 52%, pero el financiamiento público sigue rezagado por lo que sus programas satisfacen apenas uno de los 10 parámetros de calidad. No es nada más cuestión de enrolar a estudiantes en educación preescolar, primaria y secundaria. Es importante evitar la deserción escolar en secundaria y preparatoria.
Es más importante aún lograr que estos jóvenes vayan a la universidad y que se gradúen. Es alentador ver que son más las mujeres hispanas que van a la universidad o al “College”. Reporta CNN que según un estudio del Centro de Estudios Latinos, Latinoamericanos y Caribeños y del Centro de Posgrado de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, el 8,5% de las mujeres hispanas mayores de 25 años, tenía un título universitario en 1990 pero que en 2014, ya era del 16% y que actualmente se gradúan más mujeres de la secundaria. El estudio encontró que en 1990, el 8% de las mujeres se graduaba, en comparación con el 10% de los hombres. Para 2014, un poco más del 13% de varones terminó la universidad, mientras 16% de las mujeres habían obtenido un título universitario.
La Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales reconoce la importancia de la educación para la población hispana y en particular de las mujeres hispanas, y por ello el sábado 24 de septiembre organizó el 1. Foro Mujer Edúcate en UT Dallas con la presencia del Distrito Escolar de Dallas, el sistema Universitario Ana G. Méndez, la universidad UT Southwestern, la Women’s University y UT Dallas para dar a conocer las carreras de mayor demanda y mejor paga, que son las carreras en las áreas de salud, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, las opciones de becas, pagos y financiamiento para los hispanos, opciones para los “Dreamers” y aspectos generales de ingreso en el sistema de educación superior.
Este foro, las becas que otorga la Cámara Hispana de Comercio de Dallas “Stars on the Rise”, el trabajo que realiza “Padres Un Paso Adelante” y labores de otras organizaciones son parte de un esfuerzo colectivo por mejorar la educación de nuestra población. La educación de la población es una de las más importantes claves del éxito de una sociedad y de los individuos que la componen. Un mayor nivel educativo significa la posibilidad de mayores ingresos y con ello, un mejor nivel de vida. Una mujer con educación tiene el potencial de generar más prosperidad para su familia, ser ejemplo para sus hijos, ser financieramente independiente y contribuir a la generación de riqueza en su ciudad, condado, estado y para su país.
Hasta la próxima y buena suerte. Claudia Herrmann es Presidente de la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de Dallas cherrmann@amepusa.org
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