WASHINGTON.- Nadie duda que el presidente electo de Estados Unidos es un exitoso hombre de negocios. Y como tal, es un experto en el arte de la negociación y del discurso. Sus amenazas pre-electorales, en las que despotricó contra todos causaron un efecto positivo en el electorado que lo convertirá en el próximo mandatario de ese país. Sin embargo, como hombre de negocios sabe que su discurso y promesas tendrán que suavizarse si pretende gobernar a la nación más poderosa del mundo.
No bien tardó en conocerse el resultado de la elección cuando vimos la transformación Trump. En cuanto al Estado Islámico… no dirá nada sobre sus planes. Solamente sabe que ha costado la guerra contra ellos. Y así por el estilo.
No hay planes concretos sobre la manera en que podría ejecutar cada una de sus amenazas. Estados Unidos es un país democrático y constitucional, cualquier acción tiene que ir acompañado de un procedimiento. Este país no es una monarquía, en donde reina el poder absoluto de una persona.
Tomemos como ejemplo el mandato del actual presidente Barack Obama. Desde siempre, la comunidad latina estuvo a su lado debido a la promesa de que llevaría a cabo una reforma migratoria. Nada pasó, a pesar de sus buenas intenciones. El ‘perdón’ para parar las deportaciones de estudiantes también sufrió un revés en las cortes. No le permitieron avanzar como hubiera querido. La comunidad hispana se quedó esperando.
Al contrario, la Administración de Obama se convirtió en el gobierno que ha deportado a más indocumentados en la historia reciente.
El nuevo plan de Trump no difiere de lo que Obama ha estado haciendo recientemente, ir contra indocumentados con antecedentes criminales.
La conocida abogada de inmigración, Jessica Domínguez, expresó poco después del triunfo de Trump que la Constitución le brinda a los indocumentados los mismos derechos que los ciudadanos y urgió a que todos comiencen a informarse sobre la manera de defenderse.
“Cualquier persona sujeta a deportación tiene el derecho de ir a una corte a pelear su caso. No es que los agarren y los pongan de regreso a su país”, apuntó.
Uno de los temores que han expresado varios expertos en inmigración es la vulnerabilidad de la comunidad hispana y eso provoque que sean víctimas de fraudes por supuestos notarios u abogados.
Domínguez apuntó que los mayores avances en materia de política migratoria se ha dado bajo el gobierno de los republicanos. La última gran amnistía del ’86 se dio bajo un presidente republicano. No sería descabellado pensar que ahora que los republicanos controlan ambas cámaras y se tiene un presidente republicano se avance positivamente en la legalización de una buena parte de los indocumentados.
“No debe de cundir el pánico, si alguna persona recibe una orden de deportación no debe firmar una salida voluntaria. Tiene derecho a ver un juez y tener un abogado de inmigración a su disposición.
INFORMACION
• No debe cundir el pánico…
• EL hecho de que Trump ganó la elección no significa que veremos deportaciones multitudinarias
• Consulte con alguna organización comunitaria o un juez de inmigración sus derechos
• No firme una salida voluntaria del país, en caso de recibir una orden de deportación.
• Los casos ante un juez de Inmigración tardan alrededor de 4 ó 5 años.
• Si llega Inmigración a sus casas no abran la puerta. Eso se hace solamente si cuentan con una orden de cateo y usualmente no la tienen.
Reynaldo@elhispanonews.com
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