El pasado Sábado 25 de Marzo en el Embasy Suites del 13131 North Central Expressway de Dallas, se vivió una experiencia de enriquecimiento espiritual cuya trascendencia para la vida de los asistentes les significará un renacer en su tránsito por la experiencia de vida humana que están viviendo.
Allí, la consagrada conferencista y sanadora espiritual, Patricia Orozco, recreó al Universo con su disertación “El Amor en la Ley de la Causa y el Efecto”. Ante una excelsa y cualificada audiencia, el auditorio se convirtió en un encuentro para la reconciliación de las almas, dispuestas a reencontrarse con el único objetivo de aprender amar incondicionalmente.
Patricia Orozco Rocha, hace parte de esa humanista y emprendedora Dinastía Rocha, quizá la primera familia colombiana, por cierto la más numerosa ahora, que se radico en Dallas gracias al liderazgo del “Moisés latino”, llamado Armando Rocha. Una familia de aquilatada solvencia moral y ética que con su diversidad de talentos artísticos y dones espirituales, han brindado innumerables acciones de bondad y generosidad para la comunidad inmigrante hispana.
Patricia Orozco, con su nombre estelar “Laria”, desde hace varios años, es una especialista en el campo de las terapias alternativas. Como terapista se ha dedicado a la sanación de patrones psicológicos, emocionales y energéticos. Como “Coach de Vidas”, es una sinigual profesional apasionada en ayudar a sus pacientes a recordar y a sanar las improntas emocionales de sus vidas pasadas.
Su vertiginosa carrera por los senderos de la espiritualidad la han catalogado como una gran activista y promotora del despertar espiritual de la humanidad, dictando charlas, dirigiendo talleres y ofreciendo conferencias magistrales como la del pasado sábado. Es la Directora de un prestigioso Centro Holístico en la ciudad de Santiago de Cali, Colombia.
Patricia Orozco, “Laria”, también ha incursionado, por afición y pasión, en el campo de la literatura habiendo escrito varios poemas, cuentos, obras de teatro y escritos aun inéditos. Aunque ahora acaba de terminar su primer libro “AMAR EN TIEMPOS DE KARMA”, que estará presentado en el verano próximo aquí en la incluyente y diversa ciudad de Dallas.
Aquí les compartimos algunas ideas para entender y aplicar la ley de causa y efecto:
● Toda acción tiene su reacción. Toda causa tiene su efecto, y toda elección y actividad, tiene su consecuencia y resultado. A partir de esta noción, podemos ponernos en marcha para crear modelos y hábitos de conducta apropiados para comprender las posibles consecuencias de nuestras acciones, antes de ponernos en marcha de modo impulsivo e irracional.
● Nuestra vida no es más que el conjunto de consecuencias de nuestras elecciones pasadas. Del mismo modo, nuestro futuro dependerá de los caminos que elegimos recorrer hoy. Así, mantener una mentalidad crítica, racional y optimista, nos facilitará la elección de tales senderos, en pro de alcanzar las metas que hayamos elegido proponernos. Y, claro, también nos permitirá alejarnos de aquello que definitivamente no deseamos en nuestro futuro o en nuestra actualidad.
● La casualidad, para muchos, es una manera de explicar las consecuencias, y nada más. Explican los sucesos como la consecuencia de las acciones. Por otro lado, muchos se inclinan hacia la creencia de un destino previamente establecido, y adjudican las bonanzas y algunos otros sucesos con fenómenos casuales.
● Según las leyes de casualidad y de causa efecto, sin embargo, no existe tal cosa. No hay casualidades, sino atracciones de lo semejante. Por ello, mantener una mentalidad positiva atraerá consecuencias positivas; hacer acciones de buena fe, atraerá consecuencias bienintencionadas, y así.
● Ello no quiere decir que si obramos de buena fe, no estemos expuestos a la posibilidad de sufrir percances. Podemos actuar siempre con las mejores intenciones, y aun así sufrir un choque automovilístico. Pues allí hacemos un borrón y cuenta nueva, y no nos dejamos desalentar por el percance. Lo analizaremos, sortearemos los obstáculos en lo que nos sea posible, y eliminaremos los deseos de venganza, los rencores, y la mentalidad negativa, para propiciar sucesos lo más favorables posibles.
● La ley de causa y efecto no es un principio matemático ni estricto, ni menos mecánico. No es una acción/reacción física, y a veces se necesita de una buena cuota de paciencia para comprenderla en su totalidad. Se trata de aceptar que mucho de lo que nos sucede ha sido provocado por nosotros mismos, ya sea intencionalmente o no. Por ello, debemos analizar fríamente y unir los puntos conexos que han llevado a tal o cual situación, para aprender de ello y evitar cometer errores semejantes en nuestra vida.
● Antes de insultar a los dioses y a la dama fortuna, debemos tener en cuenta ciertos puntos. En nuestras vidas hay sucesos de azar, lejanos de nuestro alcance. SI entramos a un casino con la mejor de las actitudes y apostamos todo a un número, si este no sale no tendrá nada que ver con nuestra actitud. Y es que no somos amos del universo, sino solamente de nuestras acciones.
● Por ello, debemos aplicar la ley de causa y efecto en lo que respecta a nuestras acciones, elecciones, palabras y actividades. Lo demás, es asunto del Universo.
arnoby@elhispanonews.com
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