Por: *Francisco de la Torre Galindo
Cónsul General de México en Dallas
Actualmente nos encontramos en presencia de una movilidad humana sin precedentes. Lo sabemos muy bien los latinos en Estados Unidos porque este es el corredor migratorio más importante del mundo. Como país de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes, México está muy consciente de la importancia de estos movimientos, pero también tenemos muy claro que hacen falta mecanismos que permitan coordinarlos. ¿Cómo traducir la experiencia y las necesidades de quienes migran a un documento internacional, que todos los países quieran firmar?
México, a través de su Representación en la Asamblea General de la ONU, impulsó con fuerza la firma del Pacto Mundial para una Migración Ordenada, Segura y Regular (PMM), el único documento negociado por los Estados Miembros de la ONU que atiende a la migración en todas sus dimensiones.
Desde la trinchera consular, donde la atención a los migrantes es el cotidiano, me siento orgullosísimo del trabajo de la diplomacia mexicana que el pasado 13 de julio cerró con éxito la primera etapa en las negociaciones de ese Pacto como co-facilitador.
Los 23 objetivos del Pacto están enfocados en los derechos humanos, y particularmente en la protección de las personas migrantes. Aunque el Pacto no es jurídicamente vinculante, busca establecer una hoja de ruta para dejar claras las obligaciones y los derechos de los Estados y de las personas migrantes. Facilitará a los Estados revisar sus políticas migratorias y, a través de la cooperación, aprender de las experiencias mutuas para maximizar sus beneficios.
Tiene un enfoque integral y balanceado, que toma en cuenta que estos movimientos (y la protección y empoderamiento de los migrantes) son una responsabilidad compartida. La idea es desalentar la migración ilegal y al mismo tiempo, reconocer que los migrantes aportan muchísimo a la economía global y de los lugares donde residen (¡y que podrían aportar más si se abrieran más caminos para la migración regular!)
Destaca el compromiso para minimizar las circunstancias que llevan a las personas a migrar (es decir, buscar que la situación en los países de origen sea mejor) y al mismo tiempo crear mecanismos que faciliten la integración y participación de los migrantes en los países que los reciben.
Esto, por supuesto, requiere la voluntad y acción de cada Estado participante. El documento, que ya está listo para ser firmado, todavía no entra en vigor. Por esto, es tan importante que los Estados y otros actores relevantes mantengamos el compromiso y apoyo mostrado durante el proceso preparatorio, para que el Pacto efectivamente se firme y entre en vigor en la Conferencia Intergubernamental que tendrá lugar el próximo diciembre en Marruecos.
La importancia de la firma de un Pacto como este no puede ni debe subestimarse: es una señal clara del compromiso con los migrantes a nivel mundial. Al firmar, cada Estado deja constancia que existe la voluntad política para abordar los retos globales de manera corresponsable.
Ya es tiempo de que todos los países dejen bien claro que la migración, lejos de ser algo negativo, trae consigo una multitud de efectos positivos, como todos los mexicanos que viven en este país.
Un saludo a todos los lectores y al medio El Hispano News por permitirnos este espacio de interacción con toda nuestra comunidad en el norte de Texas.
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