Encontré este escrito de Alfredo Paredes que está rotando en Facebook y me animé a compartirlo con todos ustedes.
“De malas…
Estoy llegando a pensar, que el expresidente y senador Uribe, no es más que la encarnación de la mala suerte. Pobre hombre…
No contento con las injurias a su padre (un campesino que se hizo muy rico en la década de los setenta, cuando por coincidencia empezaba a despuntar el narcotráfico, llegando a tener hasta helicóptero para visitar sus fincas, un lujo que se daban muy pocos millonarios de la época), el destino hizo que precisamente su helicóptero apareciera por coincidencia en Tranquilandia, el más grande laboratorio de cocaína jamás encontrado.
Esa tremenda trampa del destino, junto con su participación como rejoneador en las corridas de toros que organizaba Pablo Escobar (para socializar la causa de “Medellín sin tugurios”) y su estrecha amistad con los miembros del Clan Ochoa, dio para pensar sin pruebas, que don Alberto Uribe Sierra tenía cercanías con el narcotráfico y el Cartel de Medellín.
Desde siempre, se ha hecho evidente la sistemática persecución política al expresidente de marras, como cuando Belisario lo destituyó de la alcaldía de Medellín, porque participaba en las fiestas, corridas de toros y eventos varios programados por los miembros del Cartel de Medellín, en diversas zonas de Antioquia. Sin comprobar que lo movía a esas reuniones, su amor por los caballos y la poesía.
Su desafortunada participación como socio en diversas empresas con narcotraficantes puros, las licencias de Aerocivil para aeronaves y pistas de narcos durante su dirección, su cuñada y su sobrina vinculadas con el cartel de Sinaloa y pertenecientes al clan de los Cifuentes Villa, su aparición en un listado de la oficina de inteligencia de los EEUU como Narco #82, el incremento de las masacres en sus gobiernos departamental y nacional, su hermano miembro fundador del grupo paramilitar de los 12 apóstoles, su primo Mario condenado por paramilitarismo, sus más cercanos colaboradores (Andrés Felipe Arias, Luis Carlos Restrepo, Jorge Noguera, Sabas Pretelt, Bernardo Moreno, Fernando Londoño) perseguidos y condenados por la justicia, la condena de decenas de congresistas de su partido acusados de parapolítica, su jefe político primo de Pablo Escobar, los escándalos de Yidis y Teodolindo para comprar la reelección, los altísimos niveles de corrupción en su gobierno, la venta de más de 30 empresas nacionales productivas, la disminución de las horas extras y nocturnas, la ley 100 que dio nacimiento al pésimo sistema de salud que padecemos, el DAS al servicio del paramilitarismo, las chuzadas a las Altas Cortes, la construcción de la represa El Cercado que ha dejado sin agua a la Guajira, la desaparición y ajusticiamiento de miles de campesinos indefensos presentados como guerrilleros dados de baja (los llamados falsos positivos), la extraña aparición del helicóptero de la gobernación de Antioquia durante la masacre de El Aro, las mentiras de un borracho al decir que la campaña del NO en el plebiscito estuvo basada en la manipulación de los miedos, … y ahora salen sus hijos envueltos en los escándalos de las Zonas Francas, los Panamá Papers, las evasiones de impuestos y el cartel de la Chatarra, ventilando nuevamente las reuniones que sostuvieron con los Nule y Odebrecht en Panamá (sin constatar que eran para venderle manillas).
Todos, hechos que dan cuenta de la asombrosa mala suerte que ha perseguido desde siempre al Grancolombiano y mejor presidente de la historia de Colombia.
Pobre hombre, razón tienen sus partidarios de arroparlo como a un Mesías.”
arnoby@elhispanonews.com
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