Anuncio útil para los colombianos y los solidarios con el drama que viven los sobrevivientes de Mocoa – Putumayo

Por Arnoby Betancourt

De acuerdo con la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional, “para atender la emergencia no se ha habilitado la recepción de donaciones en especie por parte de la Cruz Roja Colombiana, debido a que, actualmente, no se tienen las condiciones adecuadas para almacenarlas y organizarlas”.

Share This With Friends:


Dallas, Texas. El desastre natural de Mocoa ha despertado la solidaridad de todos los colombianos. Y ante la desgracia, las ayudas no se han hecho esperar. Sin embargo, lo que se está donando, y cómo se está donando, más que ayuda, podría ser un problema y no la solución. 

En esa medida, se sugiere que las donaciones en especie se hagan cuando haya pasado un poco más de tiempo; y así lo saben las autoridades, que siguen los protocolos establecidos para la situación.
“En los primeros días posteriores a la catástrofe, la ayuda humanitaria debe responder a las necesidades primordiales de la población afectada, como la atención de heridos, el abastecimiento de agua y la provisión de energía, entre otras, y aplazar las donaciones de objetos que puedan aumentar la presión de los albergues”, dijeron expertos de la Universidad Nacional.
Esos protocolos dictan que, en los primeros días de ocurrida la catástrofe, lo más importante es, primero, establecer cuanto antes los servicios públicos vitales: agua, luz y atención en salud. Luego se deben encontrar y entregar a los fallecidos para evitar enfermedades.
De acuerdo con la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional, “para atender la emergencia no se ha habilitado la recepción de donaciones en especie por parte de la Cruz Roja Colombiana, debido a que, actualmente, no se tienen las condiciones adecuadas para almacenarlas y organizarlas”.
La profesora del departamento de Trabajo Social de la U.N, Olga Vásquez expresó que “en ocasiones estas ayudas pueden distraer la labor inicial en labores logísticas. Los organismos están haciendo lo que los protocolos les exigen y lo están haciendo bien; lo siguiente es dar una atención cuidadosa según las características de cada grupo”.
No está mal que se fomenten acciones desinteresadas para apoyar a los damnificados. No obstante, y quizás por el afán de ayudar, no se están teniendo en cuenta condiciones como el clima, las costumbres, las necesidades y los espacios disponibles, y algunas de las cosas enviadas a Mocoa, en este momento de la tragedia, podrían ser inútiles.
En esa medida, por ahora es conveniente que las donaciones se hagan por vía de la cuenta habilitada para ello:
Es 021 666 888 del Banco Davivienda.
O a la 048-983438-26 de Bancolombia.
También se puede a la 309-021012 del BBVA.
“Las condiciones de Mocoa incluyen una población ribereña y amazónica; probablemente hay muchos indígenas que tienen requerimientos diferentes y deben ser tenidos en cuenta. Incluso hay personas que se sienten motivadas a enviar enseres y esto se convierte en un problema, porque la prioridad de los albergues es para las personas y no para objetos”, explicó la profesora Vásquez.
“Se debe hacer claridad en que la ayuda tiene que ser escalonada y continuada, es decir, no es conveniente que todo el mundo envíe donaciones en un primer momento y que después olvide la situación”.
“Hay cosas urgentes como las provisiones médicas para la atención de heridos, agua por el colapso del acueducto, pilas y artefactos tecnológicos que provean energía, pero hay auxilios que pueden esperar y ser muy útiles en dos o tres meses; en este momento pueden convertirse en obstáculos. Es importante pensar que esto es un proceso sostenido que va a requerir mucha ayuda en el corto, mediano y largo plazo. Se debe pensar esto para no volcar todo el apoyo en un solo momento y luego dejar desprovista la acción que tal vez se va a requerir”, concluye la experta.
arnoby@elhispanonews.com

Share This With Friends:


Be the first to comment

Leave a Reply




Loading...