Regreso a clases: Y yo… ¿qué? El papel de los padres en la educación de sus hijos

Por: Reynaldo Mena

DALLAS.- Algunos padres piensan que su papel en el proceso educativo de sus hijos se reduce a llevarlos a la escuela y que por tanto, cuando lleguen a casa, pueden hacer lo que quieran. Pero esto no es más que una manera de evitar sus responsabilidades.

El hogar y la escuela son los dos pilares básicos sobre los que se asienta la educación de nuestros hijos en la edad infantil y adolescente. Por tanto, la relación que se establezca entre padres y profesores es lo que va a marcar la diferencia en su desarrollo personal.

Los padres no solamente deben de repasar con sus hijos sus deberes académicos, también deben de trabajar con ellos en el hogar como una extensión del aula: asegurarse de que hagan sus deberes, tengan los materiales escolares que precisan y cumplan con un código de ética que garantice su buen comportamiento.

Aunque sabemos que por la realidad de la comunidad latina en muchos hogares los dos padres trabajan y les es posible dedicar el tiempo que quisieran a sus hijos, es necesario encontrar una manera de hacerlo y hacer un tiempo para esa convivencia necesaria en los hogares: una simple plática con sus hijos, compartir el desayuno o la cena, simplemente apagar la televisión y conversar o… leerles por la noche.

En muchas familias latinas los padres salen desde muy temprano a trabajar y regresan por la noche, cansados, fastidiados y sin ganas de hacer nada, salvo comer y dormir, y en el peor de los casos, y es una realidad, irse con amigos a tomas bebidas alcoholicas.

Claro, los hay de los otros… y muchos.

Hay aquellos que no importa qué, se preocupan por llevar a los hijos al parque, comer con ellos, hacer las tareas escolares y sobre todo, conversar.

 

He aquí unos consejos útiles compartidos por expertos:

– Haz todo lo posible por establecer una relación de cuidado amorosa con tus hijos

– Consigue ser un ejemplo válido para tus hijos

– Hacer del cuidado por los demás una prioridad y establecer un compromiso ético elevado

– Ayudarles a ser agradecidos y amables

– Ampliar el círculo de preocupación de los niños

– Promover el pensamiento crítico y la acción por el cambio

– Ayudarles a desarrollar el autocontrol y a gestionar con eficacia los sentimientos